fue uno de los primeros en opinar sobre este vínculo entre cultura escrita y pensamiento. La escritura puso, según él, en juego una modalidad sensorial estrechamente asociada con el espacio; el ojo venía a sustituir al oído.
Se observó que cuando los niños empiezan a revisar sus textos, comienzan a escribir de un modo más complejo. A partir de los 12 años las producciones orales y escritas divergen, mostrando las escritas un mayor grado de complejidad estructural, cuando hasta esa edad producían textos orales y escritos en los que no había ninguna diferencia.
martes, 29 de noviembre de 2016
LAS PRACTICAS DE LAS CULTURAS ANCESTRALES EN EL REGISTRO Y LA TRASMISIÓN DE LA INFORMACIÓN.
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